El cubo tiene una estructura ordenada y características mesurables, pero contiene también el caos del arte subjetivo de un individuo particular. Las características más obvias de El cubo son sus medidas, un volumen limitado, la luz, la transparencia y la trama. A partir de estos efectos visuales y fenómenos simples que ocurren dado a la naturaleza de los materiales busco construir un fenómeno más complejo, pero también natural: Mi arte.
La instalación consiste en un total de tres cubos, cada uno dentro del otro. El objetivo es descomponer la obra a los elementos más básicos y estructurales, esta es la razón por la cual el cubo tiene varias capas. La parte exterior del cubo, la más grande de todas ,está cubierta por representaciones abstractas y figurativas – que no solo han sido recurrentes en la obra artística que he producido a lo largo de mi vida – sino que también surgen de un ejercicio introspectivo y surrealista; una búsqueda automatizada de mí mismo, un esfuerzo por entender la razón de mi estética y forma de expresarme.
